Torsión Gástrica


Muchas veces vemos que nuestros patas comen o beben agua demasiado rápido- pensamos deben estar con hambre y los dejamos… Si es que dejamos que coman ansiosos, pueden llenarse de gases. Al digerir los alimentos, estos se fermentan en el estómago de nuestros patas; lo que causa que esta situación se agrave cada vez más.

«El estómago del perro está sujeto por dos ligamentos que, dependiendo de su talla y del volumen de la cavidad abdominal, pueden no ser suficientemente fuertes como para sostenerlo. El estómago puede bascular más de la cuenta por diferentes motivos: por el movimiento, los saltos, los cambios de postura, pero también como consecuencia de la Dilatación Gástrica, una acumulación de gases producidos por la fermentación que tiene lugar durante la digestión de los alimentos.» *

En la torsión de estómago, el estómago de nuestra mascota gira sobre sí mismo, provocando dolor en el animal y problemas en varios órganos de su cuerpo.

¿Cómo podemos saber si nuestro pata sufre de torsión de estómago?

Lo más recomendable es que ante cualquier cambio que notes en tu pata es conveniente llevarlo a chequear al veterinario. Algunos síntomas de la torsión gástrica son: vómitos de silaba en abundancia, eructos o sufre espasmos abdominales, su estomago suena como un tambor, se queja de dolor, su abdomen se ve hinchado y se pone duro. Recuerda que es muy importante acudir al chequeo veterinario cada dos o tres meses; muchas veces no notamos estos síntomas en nuestros patas o los podemos notar y pasar por alto. También recuerda que no debemos manipular al perro si sufre algún dolor, antes debemos llamar al veterinario para consultar cómo debemos movilizar a nuestro pata hasta el lugar de la consulta y preguntar cómo calmar su dolor hasta que llegue al consultorio. Ah! y lo más importante: No se pongan nerviosos, recuerden que nuestros patas sienten todos nuestros miedos y preocupaciones.

Debemos de prevenir y tener en cuenta la cantidad de alimentos que nuestro pata está comiendo día a día. Lo más recomendable es preguntar al veterinario o chequear en la bolsa la cantidad de alimento que nuestro pata necesita (según el peso, raza y edad) por día; para luego dividir la ración para dos momentos del día. Recuerda que tu pata debe de comer todos los días a la misma hora- acostumbralo, él y su estómago te lo agradecerán.

Escribe: Eileen Quezada

*Cita extraída de: http://www.mundoanimalia.com

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